La migración permanente
Yo ya me voy de este rancho
porque yo no soy de aquí
Mis amores son de lejos
soy de San Luis Potosí
-El verde pinito
Canción popular
Uno de los fenómenos que ha caracterizado la realidad potosina en ya más de cien años ha sido el fenómeno migratorio. Desde que existen cifras sobre la realidad de los movimientos migratorios en México San Luis Potosí ha sido una entidad expulsora de migrantes. Desde el siglo XIX el crecimiento de las ciudades del norte y de la frontera se nutrió de población de origen potosino. Por ello uno de los barrios del centro de la ciudad de Monterrey llevaba por nombre San Luisito y la cultura popular de esa ciudad contiene elementos del altiplano potosino como el cabrito o las gorditas. También es posible encontrar en esa ciudad zacahuil y lugares para consumir comida huasteca, ya que un importante flujo de población de esta región ha llegado a Monterrey en las últimas décadas.
Otro de los destinos tradicionales de los migrantes potosinos ha sido los Estados Unidos, particularmente el estado de Texas. Durante la Revolución Mexicana miles de personas huyeron hacia el país del norte, ya que la violencia generada en la Revolución tenía en nuestro estado algunas de las expresiones más profundas. La migración hacia ése país tiene origen principalmente en la Zona Media y el Altiplano. En conjunto, actualmente aproximadamente un millón de personas nacidas en San Luis Potosí, viven fuera del estado.
El fenómeno migratorio tiene efectos importantes que plantea oportunidades y problemáticas. Una de las problemáticas se encuentra en la provisión de servicios públicos como la educación. Muchas comunidades rurales de los municipios con mayor migración internacional cuentan cada vez con menor población infantil, por lo que algunas escuelas han cerrado o reciben servicios en sistemas educativos de menor calidad. Otra problemática es que en los últimos años la política migratoria ha expulsado a miles de migrantes de los Estados Unidos que llevan muchos años fuera de San Luis Potosí sin políticas públicas adecuadas para promover su reinserción en la comunidad de origen.
Por el lado de las oportunidades, el flujo de remesas permite una mayor actividad económica, lo que ha mitigado la pobreza en las comunidades de origen. Por ejemplo, durante la reciente crisis económica causada por el coronavirus los flujos de remesas aumentaron, lo que permitió un menor impacto económico negativo de la pandemia en miles de hogares. Para que estos flujos monetarios puedan impactar de forma más profunda el bienestar de las comunidades se requiere una mayor infraestructura agrícola y de servicios públicos; también una mayor cohesión del campo con la capital del estado que permita la comercialización de productos locales en la ciudad donde se cuenta con el mayor poder de compra. En suma, las condiciones de desventaja económica y social que dan origen a la migración también son una barrera para que los beneficios del fenómeno migratorio sean mayores en el presente.
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