Biden vs. Trump y México

En menos de un mes se llevarán a cabo elecciones en los Estados Unidos. La principal contienda es por la Presidencia, pero también se renovarán las cámaras del congreso. Las últimas encuestas favorecen al candidato demócrata, Joe Biden, por encima del actual Presidente del partido republicano Donald Trump, pero todavía el margen no es lo suficientemente amplio para asegurar su victoria. Además, en los estados en los que termina definiéndose la elección las encuestas marcan ventajas menos amplias que a nivel nacional. También la probabilidad de que el partido demócrata pueda controlar ambas cámaras del congreso, aunque no lejana, luce más remota.

Los cambios políticos en los Estados Unidos por una elección favorable a Joe Biden pueden implicar modificaciones importantes en la relación con México. El primero, y muy importante, sería en el campo discursivo, ya que para el actual Presidente México ha representado más una amenaza que una oportunidad, con expresiones discriminatorias contra los mexicanos. Los candidatos demócratas, quienes típicamente tienen un apoyo mucho mayor entre la comunidad latina, tienen una mejor expresión discursiva hacia México.

De ahí hacia adelante, la profundidad de los cambios es menos segura. Donde es posible que pueda haber modificaciones es en la política migratoria, con la eliminación de algunas medidas que permiten la deportación de residentes con muchos años en los Estados Unidos; entre ellos los conocidos como dreamers, que son jóvenes que nacieron en México y otros países y que migraron de forma no documentada en la infancia; también es posible que se reduzcan las presiones para contener en México a la migración centroamericana a la que se han visto sujetos los últimos gobiernos mexicanos. La posibilidad de avanzar en estos temas, sin embargo, también depende del congreso norteamericano y de las prioridades en la agenda. Cuando llegó Obama a la Presidencia con Joe Biden como vicepresidente y mayoría demócrata en ambas cámaras, las promesas de reformas en el campo migratorio no se hicieron realidad con el fin de impulsar otros temas relevantes para el partido demócrata en esa época.

En el área comercial es posible que haya pocas modificaciones y más bien la relación se defina por los resultados del nuevo TMEC, ya que fue aprobado por una mayoría de ambos partidos. Más bien, lo que veremos será el sello demócrata en la implementación del tratado. Hay que recordar que desde la firma del tratado previo los políticos demócratas habían buscado que en México hubiera una mayor protección de los derechos laborales y del medio ambiente. El TMEC tiene compromisos más serios para México en estos temas y es probable que México se pueda ver sujeto a mayores presiones para cumplirlos bajo una administración demócrata que bajo una republicana.

Es posible que en otros temas donde hay espacios de disputa los desacuerdos puedan reavivarse en algún momento. México no es un país tan relevante a nivel mundial, pero si en su espacio cercano. En la administración de Trump hubo un desencuentro en la Organización de Estados Americanos en la crisis venezolana, en la que México y Estados Unidos estuvieron en posturas opuestas hacia el régimen de Nicolás Maduro. En algún momento desde el gobierno de Trump se decidió no continuar con la intención de derrocamiento del régimen venezolano, por lo que ese conflicto no tuvo mayor trascendencia. Sin embargo, es posible que una administración demócrata busque recuperar su influencia internacional con mayores presiones para el régimen venezolano, algo contrario a la política de no intervención que ha defendido el actual gobierno federal.